Últimamente, más o menos durante estos últimos diez años, me he visto en la imposibilidad de recordar malos sentimientos. Como cuando lloro de rabia o cuando me siento traicionada o simplemente cuando no se satisfacen mis caprichos. Todo siempre se me olvida. Ahora, ustedes dirán que qué bueno que no sea rencorosa. Pero no, no tiene nada de bueno.
Hace muy poco me he dado cuenta de que, por el hecho de perdonar tan fácilmente sin que la persona que me ha hecho daño haya hecho el menor gesto para merecer una gota de perdón, siempre que me siento mal es por las mismas cosas y casi siempre es culpa del mismo ofensor. Y es aquí que me pregunto si debo o no forzarme a cambiar esa “buena onda” y transformarme en una persona rencorosa y amarga.
Primeramente, no creo que sea posible ya que aunque tenga la mejor voluntad del mundo a querer despreciar a una persona por haberme pasado a llevar simplemente no puedo.
Por otra parte, pienso que todos cometen errores de inatención o de no pensar en las consecuencias a largo o corto plazo de sus actos. Yo soy la primera en ser impulsiva y herir por tonteras que al final no tienen importancia. Tal vez sea por eso, no, creo que definitivamente es por eso, que olvido fácilmente.
Tal vez sea yo una súper-optimista o a lo mejor soy de esas que viven en el presente y nunca en otra parte del tiempo. ¡Pero puta que locura esta que hasta mi orgullo olvido!
Hoy, me propongo no olvidar el cómo me siento en este momento, en este instante preciso de mi vida. Pero anticipo, y no con gran agrado, que mañana el sol saldrá y me dará esa energía obviamente positiva y habré olvidado lo que me ha dicho, aquello que me ha hecho sentir y hasta el hecho que odié durante unos tantos minutos.
Veremos el resultado mañana. “THE SUN WILL COME OUT TOMORROW!”
2 comentarios:
el sol saldra mañana...y si no sale, da lo mismo...
esta en uno kerer ver ke detras de las nubes, el sol siempre esta...(dispuestos a hacernos olvidar algo, klaramente...)
si si... repito ahora yo... el sol brillará! mañana mañana... lo importante es no olvidar que este nunca ha dejado de existir, siempre está ahi, aveces muy bien escondido, y lo digo porque tambien se me ha escondido a mi, pero despues sale, y rie de nuestras morisquetas por tratar de eludir sus rayos.
el factor a acompañar por ahora diría yo... el tiempo.
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